jueves, julio 23, 2015

En MTB por los limoneros y el cementerio /Valentí Sanjuan del Ironman al estrellato



Hoy querìa desengrasar las piernas con la mtb por los campos anexos al pueblo, incluyendo la urbanizaciòn de los limoneros y el cementerio.En total fueron 22,30 km en 1:19:12 horas a una media de 16,90 km/h con un desnivel acumulado de 79 m


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El Ironman que cambió una vida
Valentí Sanjuan SANTI COGOLLUDO EL MUNDO
PAULA CLEMENTE Barcelona Actualizado:22/07/2015 14:33 horas

Pasó de comunicador exitoso a parado. Uno más. Se sacó sus castañas del fuego y se entregó sin medida ni planificación previa al deporte extremo. Empezó superando un Ironman y siguió enfrentándose a competiciones deportivas a nivel mundial. Y, de paso, conquistó las redes de miles de internautas. Ahora esto le queda corto: su próximo reto es dar la vuelta al mundo mientras hace deporte.

La historia de Valentí Sanjuan es la de aquel personaje de película que pierde su trabajo, una oportunidad de negocio con amigos, una novia que le deja por otro y una madre que el cielo reclama demasiado pronto y casi sin avisar. Sucede, sin embargo, que hablamos de una persona real. Aunque, como en una película, Valentí sólo estaba en una cama elástica hundida preparada para lanzarle a lo más alto. Decidió buscarse la vida por su cuenta y creó la agencia en la que hoy trabaja, Gordon Seen. Montó un programa llamado Visto lo Visto. Pero fue el Ironman de Lanzarote el que lo cambió todo.

Dos meses antes de que se celebrara este triatlón decidió que lo competiría. Superó los obstáculos de apuntarse con las inscripciones cerradas, de conseguir material y de taparse las orejas ante todo aquel que le advertía que nunca lo conseguiría, que no llegaría en 17 horas -plazo máximo para acabarlo-. Pero lo acabó. En 12 horas y 55 minutos.

Hubo quien le acusó de desmerecer a todo deportista que invierte meses y años en prepararse este tipo de competiciones -un IronMan consiste en nadar 3,86 km., recorrer en bicicleta 180 km. y realizar 42,2 km. de carrera a pie-. A ello, Sanjuan responde que cada uno tiene una ilusión y meta. La suya era prepararlo en dos meses. «El objetivo que tenga cada uno, es el suyo», dice el susodicho, «hay gente para la que hacer cinco km cada día tiene mucho más mérito que que yo haga esto».

Lo importante es que allí empezó a participar y superar, reto tras reto, todo lo que se le pusiera delante: el Ultraman de Gales, la Maratón de Sables -cruzar el desierto en siete días-, la Titan Desert -hacerlo en bicicleta y con distancias más largas-, el Costa Challenge -cruzar la jungla de Costa Rica corriendo-, viajar de Tarifa a Barcelona realizando cinco Ironmans o hacer el Camino de Santiago corriendo desde Jean Pied de Port (Francia), donde llegó en bicicleta desde Barcelona.

En paralelo, cuando empezó con todo esto abrió dos canales en Youtube: uno para colgar vídeos de sus hitos deportivos y otro para colgar vídeos diarios que no tenían por qué ir relacionados con el deporte. El primero tiene más de 100.000 suscriptores y cada vídeo entre 100.000 y 300.000 visualizaciones. El segundo, más de 70.000 seguidores y los vídeos son vistos por una media de 20.000 personas diarias. «A día de hoy, algo que era un hobbie, es parte de mi trabajo», dice Sanjuan.

Y más allá de su éxito en la red, más allá del cambio de vida que ha supuesto realizarse deportivamente al nivel más alto, Valentí San Juan habla en un plano emocional de todo lo que ha significado esto en su vida. «Es un vicio. Primero porque te encuentras genial física y mentalmente; y segundo, porque cada vez que haces una de estas carreras conoces gente e historias maravillosas, cosas que no conocerías sentado frente al ordenador de un despacho», explica el deportista. Por ejemplo, un competidor sin piernas y extremadamente optimista que, en una ocasión, atribuyó su positivismo a algo que ahora es parte de la filosofía de vida de Valentí. «Cuando tenga 90 y esté a punto de morir, mire hacia atrás y piense en los días que pasé aquí, espero hacerlo con nostalgia; para qué voy a estar mal ahora, si en años lo echaré de menos?» cuenta que le dijo su compañero.

Su próximo reto es quizás uno de los más importantes de su vida: se lanza a dar la vuelta al mundo con la intención de hacer un deporte distinto en cada una de las ciudades que pise, desde correr hasta saltar en paracaídas con la ayuda de riders y deportistas especializados de la zona.

Poco más puede decir acerca de ello, y tampoco es necesario. Sonrisa de tonto, mirada feliz... Valentí Sanjuan está enamorado de su vida y trabajo. Y lo reafirma: «Hace siete años hubiera entregado mi alma al diablo para conseguir vivir de esto». Ya no es necesario.

http://www.elmundo.es/deportes/2015/07/22/55aea1f9ca474170558b45ab.html

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