jueves, mayo 13, 2010

zparo zruina /Hay motivo/quebramos


Recortes
La realidad aplasta a Zapatero
Juan Ramón Rallo
Lo que ha hecho Zapatero no es recortar derechos sociales, sino ilusiones sociales. No nos está atracando ahora, cuando sólo se resigna a no repartir aquello que no tiene, sino cuando se endeuda para obligarnos a gastar aquello que no nos podemos permitir

Es normal que un presidente que ha mentido a todo aquel que le haya querido escuchar durante más de seis años, que había pronosticado primero que la depresión no afectaría a nuestro país, que superaríamos en renta per capita a Francia y Alemania después, y que lo peor de la crisis ya había pasado más tarde, genere decepción cuando se limita a dar parte de nuestra realidad.

Porque sí, es cierto que, como ha resaltado Rajoy, quedan muchas partidas de gasto por suprimir en los presupuestos –desde ministerios enteros a subvenciones a las oligarquías sindicales y empresariales españoles–, pero me temo que no se trata de optar entre el plan de Zapatero o el de Rajoy, sino que para empezar habrá que aplicar ambos.

La tragedia de este país es que todavía vive instalado en la mentalidad de la burbuja inmobiliaria. El engaño colectivo, azuzado por los políticos de turno, ha sido tal que nos hemos creído que podíamos vivir permanentemente por encima de nuestras posibilidades limitándonos a construir centenares de miles de viviendas a precios que nadie quería pagar. La expansión crediticia orquestada por los bancos centrales permitía endeudarse para vivir a cuerpo de rey con la esperanza de amortizar esas deudas mediante el aumento del valor de unos inmuebles que sólo parecía tener como límite el infinito.

Este chiringuito, por el cual los españoles gastaban hoy con la obligación de hacer frente mañana a más y más compromisos de pago sin poseer una capacidad real para satisfacerlos (¿les suena de algo el adjetivo subprime?), se desmoronó en 2008. Sin embargo, desde entonces, la economía española apenas se ha ajustado: sí, los bancos y cajas están quebrados por la enorme cantidad de malos activos que tienen en sus balances, pero el Estado los ha rescatado evitando así cualquier liquidación; sí, hay empresas que, como promotores y constructores, vieron desaparecer totalmente su demanda cuando se secó el crédito, pero el Estado aprobó diversos "planes de estímulo" que permitieron tenerlas ocupadas en algo; sí, el paro se ha disparado a los cinco millones de desempleados, pero el Estado les ha seguido garantizando un cierto sueldo con el continuar gastando pese a no estar produciendo nada; sí, el Estado vio cómo se desplomaban sus ingresos en casi un 50% con el pinchazo de la burbuja, pero siguió despilfarrando al mismo ritmo desenfrenado de antes y, por si fuera poco, empezó a financiar el gasto de agentes que, como bancos, empresas o parados, deberían haberse adaptado sus demandas a las nuevas circunstancias.

La situación es insostenible, ya lo era hace dos años y desde entonces no hemos hecho más que huir hacia adelante. No podemos seguir endeudándonos para no reconocer que este país es mucho más pobre de lo que nos hicieron creer; no podemos seguir endeudándonos para retrasar sine die una reforma total del mercado de trabajo que implique una reducción sustancial del coste de contratación; no podemos seguir endeudándonos para que el Estado continúe gastando a unos ritmos que sólo eran sostenibles con unos ingresos fiscales derivados de la época de la burbuja; no podemos seguir endeudándonos para que las comunidades autónomas participen en esa ficticia recaudación tributaria que se ha volatilizado; no podemos seguir endeudándonos para que las pensiones públicas aumenten aun cuando el número de cotizantes es cada vez más reducido con respecto al de pensionistas. No podemos, en definitiva, gastar permanentemente aquello que no tenemos.

Lo que ha hecho Zapatero –o Merkel a través de Zapatero– no es recortar derechos sociales, sino ilusiones sociales. No nos está atracando ahora, cuando simplemente se resigna a no repartir aquello que no tiene: nos ha atracado y nos atraca cuando se endeuda para obligarnos a gastar aquello que no nos podemos permitir; ¿o es que acaso los españoles no están inundados ya por suficientes deudas como para añadir aún más pasivos a sus espaldas?

Siento las malas noticias, pero mucho me temo que esto es sólo el principio y que debería haberse hecho hace tiempo. Si hubiéramos ajustado el gasto hace tres años, no sólo nos habríamos ahorrado más de 150.000 millones de euros, sino que ya estaríamos en una mejor situación para volver a generar riqueza. El empecinamiento socialista de Zapatero sólo ha conseguido retrasar y agravar la magnitud de lo inevitable: los funcionarios y los pensionistas van a cobrar menos (habrá más rebajas y congelaciones de sus rentas) y las prestaciones estatales van a reducirse. No porque lo diga yo o porque me agrade, sino porque es absurdo pelearse con la aritmética fiscal. Pero por eso mismo es hora de terminar con los privilegios de políticos, patronal, sindicatos o cineastas: no porque las subvenciones que reciban sean muy cuantiosas dentro del presupuesto público, sino porque es inaceptable que sigan chupando del bote de una prosperidad artificial que ellos contribuyeron a inflar y que luego se negaron a pinchar (¿recuerdan?) para mantenerse en el poder y conservar sus prebendas.

La alternativa izquierdista, a la que también se encomienda ZP; para seguir gastando por encima de nuestras posibilidades –subir los impuestos– no sólo es inviable (habría que duplicar la presión fiscal para lograrlo, lo que debido a la pendiente negativa de la curva Laffer probablemente sea imposible de lograr) sino que nos abocaría a la bancarrota griega: la sociedad española en su conjunto (incluyendo a los ricos) no genera tanta riqueza como la que se pretende consumir. Repito: asumámoslo y dejémonos de excusas de mal pagador.

No es, pues, que Zapatero haya empezado a hacer lo correcto, es que la realidad se está imponiendo. Lo cual, claro, equivale a decir que quien ha construido su presidencia sobre el engaño y la manipulación ha cavado su propia tumba. Pero ahora que la izquierda ultramontana está apelando a la calle, no deberíamos volvernos más zapateristas que Zapatero y pedirle que gaste aquello que no tiene; más bien es hora de recordarle que esto no es ni mucho menos suficiente: quedan más de 90.000 millones de déficit por recortar y una liberalización de los mercados que aprobar. Cuanto antes despertemos de la ilusión colectiva, mejor para todos.
Juan Ramón Rallo es jefe de opinión de Libertad Digital, director del Observatorio de Coyuntura Económica del Instituto Juan de Mariana, profesor de economía en la Universidad Rey Juan Carlos y autor de la bitácora Todo un Hombre de Estado. Ha escrito, junto con Carlos Rodríguez Braun, el libro Una crisis y cinco errores donde trata de analizar paso a paso las causas y las consecuencias de la crisis subprime.
http://www.libertaddigital.com/opinion/juan-ramon-rallo/la-realidad-se-impone-a-zapatero-54774/
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SUBVENCIONES ABSURDAS, EMBAJADAS....
Los gastos superfluos a los que Zapatero no está dispuesto a renunciar

Aunque fuera como mero gesto, Zapatero podía haber recurrido a suprimir subvenciones y leyes, unas innecesarias y otras con un fuerte rechazo en gran parte de la sociedad. Se ahorrarían 205.235.000 euros.

2010-05-13

Silvia Riveiro

Este miércoles el Presidente del Gobierno, respondiendo a la llamada de Barack Obama, decidía por fin reducir el déficit público. Sin embargo, una vez más quiso demostrar quién es y atacó, primero, a los colectivos más débiles: dependientes, futuros padres, pensionistas y funcionarios, en el que es uno de los mayores recortes de derechos sociales de la democracia.

Llama la atención que, como gesto, no se le haya pasado por la cabeza reducir otro tipo de gastos que son completamente prescindibles. Estos son algunos ejemplos:

Ley del aborto

El próximo 5 de julio, si nadie lo evita, entrará en vigor la nueva Ley del Aborto que provocará un importante aumento de las interrupciones voluntarias del embarazo. A día de hoy, según datos del Instituto de Política Familiar, en España abortan 112.000 mujeres cada año, una cifra que aumentará a partir del verano. Con la aplicación de la nueva normativa, no sólo aumentará el número de abortos sino que, además, muchas de las mujeres que decidan no seguir adelante con el embarazo acudirán a la sanidad pública.

El precio medio de cada aborto es de 350 euros, una tarifa que se incrementa a partir de la semana 12 de gestación. Suponiendo que al menos la mitad de las mujeres que decidieran abortar lo hicieran en un Hospital de la red pública, el coste sería de 19,6 millones de euros.

Pero no sólo la nueva Ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo genera gastos innecesarios. Ocurre algo similar con la Ley de la Memoria Histórica.

Ley de Memoria Histórica

En los últimos Presupuestos Generales del Estado, el Ministerio de Presidencia con María Teresa Fernández De la Vega al frente, otorgó una partida de 1,5 millones de euros a la aplicación de la normativa. Sin embargo, a esta cantidad hay que sumar otras ayudas y subvenciones suman un total de 3,5 millones de euros.

Una polémica ley que pronto podría ser modificada en el Congreso de los Diputados a petición de ER-IU-ICV. Pretenden que las administraciones públicas sean responsables de garantizar los derechos de los familiares de víctimas desaparecidas durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. Cada sale más dinero de las arcas públicas y entra menos.

Las lenguas cooficiales, al Senado

Otra opción con la que no ha contado el presidente del Gobierno a la hora de recortar el gasto es la limitación del uso de las lenguas minoritarias.

La pasada semana, el Senado apostaba por estudiar un posible cambio en el reglamento de la Cámara Alta. Si finalmente se aprobase, después de las negociaciones pertinentes, los senadores podrían usar las lenguas cooficiales de Galicia, País Vasco, Cataluña y Comunidad Valenciana en los Plenos.

La versión oficial es que la aplicación de este cambio reglamentario costaría 120.000 euros destinados a la compra de auriculares y a la contratación de traductores. Sin embargo, la realidad es que el gasto superaría el millón de euros.

Las “embajadas fantasma”

También son completamente prescindibles los gastos derivados de las “embajadas fantasma” que las comunidades autónomas tienen repartidas por el mundo. Las diferentes regiones españolas tienen 189 oficinas repartidas por diversos países como México, Argentina, Estados Unidos e incluso Senegal.

Cataluña es la comunidad que más dinero destina a este fin: 25 millones de euros al año, según Ciudadanos, a repartir entre sus 69 delegaciones. El resto de oficinas de Aragón, La Rioja, Valencia… y que dependen de la Secretaría de Asuntos Exteriores, cuestan otros 20 millones de euros más.

Subvenciones al cine

El cine español también mete la mano en el bolsillo de los españoles. Este 2010, el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) se ha llevado 120,5 millones a los que hay que sumar los 270.000 euros que la Ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, ha destinado por primera vez a la Academia del Cine.

Hasta aquí, entre el aborto, el cine, las embajadas y la Ley de la Memoria Histórica la suma asciende a 189.870.000 euros

Moratinos se lleva la palma


Sin embargo, a esta cantidad hay que sumar otros gastos. Porque la primera posición en el ranking de despropósitos es, sin lugar a dudas, para el Ministerio de Asuntos Exteriores con las subvenciones que otorga a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.

En los últimos tiempos ha despilfarrado dinero público como ningún otro ministerio: 50.000 euros para enseñar a tocar la marimba, 300.000 para la Fundación presidida por Narcís Serra, 500.000 euros para la Cúpula de las Naciones Unidas, 30.000 euros destinados a las Lesbianas y Gays de Zimbabwe, otros 400.000 para el empoderamiento de la mujer en Palestina, o los 285.000 euros, casi 50 millones de las antiguas pesetas para “la gestión comunitaria del bosque del pistacho y rehabilitación de pastizales”. Mientras, por su parte, la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional, dependiente de Presidencia de la Junta, 13,8 millones de euros a Cuba. La factura de estos despropósitos es: 15.365.000 euros.

En resumen, si el Presidente del Gobierno quiere hacer recortes, lo normal es que empiece por reducir gastos innecesarios como estos, que suman unos nada desdeñables 205.235.000 euros.
http://www.libertaddigital.com/economia/el-coste-de-las-leyes-y-subvenciones-mas-polemicas-de-zapatero-asciende-a-205235000-euros-1276392634/

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Hay motivo

15 de Mayo de 2010 - 14:58:57 - Luis del Pino
Entradilla al programa Sin Complejos del sábado 15 de mayo de 2010

En febrero de 2004, una serie de cineastas aunaron sus fuerzas para hacer un documental al estilo Michael Moore contra la política de Aznar. El propósito de ese documental era, según los propios realizadores, "propiciar un cambio de gobierno ante las inminentes elecciones generales". Los realizadores de ese documental, como ustedes saben, vieron cumplidos sus deseos, puesto que dichas elecciones situaron en La Moncloa a ese José Luis Rodríguez Zapatero que nos ha llevado a la ruina.

Aquel proyecto cinematográfico colectivo se estrenó el 9 de marzo, dos días antes de los atentados del 11-M. Como ustedes recordarán, el documental tenía por título "Hay motivo" y estaba compuesto por un total de 32 cortometrajes.

Entre esos cortometrajes, por ejemplo, había uno titulado "El Plan Hidrológico", dirigido por Pere Portabella, en el que se criticaba aquel plan del gobierno Aznar que hubiera permitido interconectar las cuencas fluviales y dejar de desperdiciar esa agua que no nos sobra. Me pregunto si el señor Portabella nos regalará en el futuro con algún otro corto donde se analice, ahora que estamos de recortes, el dinero que anualmente tiramos al mar gracias a la derogación del Plan Hidrológico.

Otro de los episodios, de Gracia Querejeta, se titulaba "¿Dónde vivimos?", y en él se describía, de una forma bastante visual, el problema que la vivienda suponía por aquel entonces - año 2004 - para los españoles. Barrunto que estaría bien que doña Gracia Querejeta nos expresara hoy, mediante algún nuevo corto, su opinión sobre el drama de las 80.000 personas desahuciadas de sus casas el año pasado, por no tener dinero con el que pagar las hipotecas a esos bancos y cajas de ahorro que tan amigos de Zapatero son.

El cortometraje "Mis treinta euros", de Fernando Colomo, narraba el terrible caso de un obrero al que le debían treinta euros (sí, han oído ustedes bien: treinta euros) de una obra que fue a inaugurar un representante del gobierno de Aznar. ¿Serán ciertos los rumores de que don Fernando Colomo está trabajando denodadamente, en estos mismos momentos, en otro documental, bastante más amplio, sobre los 16.500 millones de euros que las administraciones públicas adeudan hoy a las constructoras españolas, deuda que las constructoras terminan trasladando a su cadena de subcontratistas y que ha llevado a la ruina a decenas de miles de pequeñas empresas y trabajadores autonómos?

El Gran Wyoming, en su cortometraje titulado "Víctimas de segunda", narraba el caso de José Couso, el periodista muerto en Irak, tildando al ministro de defensa de Aznar de ministrillo y al propio Aznar de prepotente. Se llegaba, incluso, a sugerir en el cortometraje que el PP era como esos que "lamentan y no condenan", en clara referencia a Batasuna. ¿Creen ustedes que El Gran Wyoming nos sorprenderá, un día de éstos, con algún documental dedicado a los guardias civiles asesinados por ETA en Palma de Mallorca o en Cap Breton, en el que se critique a ese gobierno de Zapatero que ha sido capaz de negociar con sus asesinos?

¿O será capaz don Manuel Gómez Pereira, que contribuyó con un corto titulado "Yak 42", de realizar en las próximas semanas algún documental sobre los 17 soldados muertos en ese ataque de los talibanes afganos contra dos helicópteros españoles que el gobierno de Zapatero, y en particular el entonces ministro de Defensa, José Bono, no ha querido nunca esclarecer?

El cortometraje "Armas de destrucción mediática", de Miguel Angel Díez, se centraba en la figura de Alfredo Urdaci, denunciando la supuesta manipulación informativa del gobierno Aznar. ¿Creen ustedes que ese cineasta nos hará en el futuro algún reportaje sobre cómo Zapatero agració a su grupo amigo, Mediapro, con una cadena televisiva?

He de confesar que, de los 32 cortometrajes incluidos en el documental "Hay motivo", hay dos que me impresionan especialmente, el primero por esperpéntico y el segundo por siniestro. El esperpento al que me refiero es el corto titulado "La insoportable levedad del carrito de la compra", donde Isabel Coixet - que posteriormente haría algún vídeo electoral para la campaña del PSOE en 2008 - nos contaba la increíble y triste historia de esas ancianitas que con Aznar ya no podían ir a la peluquería, porque la cesta de la compra estaba muy cara. Me imagino que la señora Coixet estará ya trabajando en algún largometraje dedicado a ese millón trescientas mil familias españolas en las que hoy, gracias a Zapatero, ya no trabaja ninguno de sus componentes y que no es que no tengan para ir a la peluquería: es que muchos de ellos viven de lo que Cáritas les entrega, porque no tienen ni para comer.

Y, finalmente, el ganador del óscar a la producción más siniestra - y el corto que más impresiona, visto a fecha de hoy - es uno titulado "Técnicas para un golpe de estado", de Vicente Aranda, en el que se traza un paralelismo entre el general Pavía, el general Franco, el teniente coronel Tejero y el episodio del "tamayazo" en la Comunidad de Madrid. El cortometraje termina con una sugerente palabra en la pantalla: "Continuará...". Teniendo en cuenta que dos días después del estreno del documental "Hay motivo", y tres días antes de las elecciones, los españoles nos desayunábamos con la mayor matanza terrorista de nuestra historia - la del 11-M, que aún está por esclarecer -, tal vez el señor Aranda pudiera regalarnos en algún momento con esa segunda parte prometida de su cortometraje "Técnicas para un golpe de estado". Seguro que sería apasionante.

¿Creen ustedes que esos cineastas que participaron en la confección del documental "Hay motivo" contra el gobierno de Aznar se dignarán ahora a mirar a su alrededor y ver la ruina institucional y económica a la que ellos tanto han contribuido? ¿Creen ustedes que se dignarán a pasarse por las colas del paro y ver lo que piensan los españoles de ese gobierno que ellos contribuyeron a aupar al poder? ¿Creen ustedes que esos realizadores dedicarán un minuto a pensar en el sufrimiento de sus conciudadanos y en la parte de responsabilidad que a ellos, como propagandistas del PSOE, les corresponde? ¿Creen ustedes que esos cineastas verán ahora motivo para dejar oír su voz crítica?

Me parece que va a ser que no, ¿verdad? No sé por qué, me da que no vamos a oír a ninguno de los titiriteros de cámara decir ni una sola palabra sobre el paro, ni sobre los desahucios, ni sobre los recortes de pensiones, ni sobre las bajadas de sueldo a los funcionarios, ni sobre la conculcación de derechos de los españoles, ni sobre la muerte de soldados españoles en el extranjero, ni sobre las agresiones a profesores en los colegios, ni sobre los centenares de muertos en patera bajo el gobierno Zapatero, ni sobre el apoyo a dictaduras bananeras y sanguinarias, ni sobre el descrédito del Tribunal Constitucional, ni sobre la manipulación informativa, ni sobre la negociación con asesinos, ni sobre el saqueo de las cajas de ahorros, ni sobre tantas y tantas cosas que se podrían decir sobre el actual gobierno y que darían, no para uno, sino para un centenar de documentales.
Supongo que será porque me he levantado pesimista, pero me da que ninguno de esos afamados cineastas va a decir ni mu, ahora que verdaderamente sí hay motivo.
http://blogs.libertaddigital.com/enigmas-del-11-m/hay-motivo-6444/
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EL MERCADO CERRÓ EL GRIFO
"España estaba quebrada el pasado 7 de mayo"
El mercado cerró el grifo a la deuda pública y privada de España entre el 3 y 7 de mayo. Los inversores llegaron a rechazar tipos de interés del 18%. "España se encontraba quebrada", según el presidente del IEE, José Luis Feito. El defcon 1 se activó. Bruselas y el FMI acudieron al rescate ese fin de semana.
Ibex-35
Última actualización:
19/05/2010

* La CE quiere prohibir ventas al descubierto
* Merkel advierte: "El euro está en peligro"

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Juan Ramón Rallo El problema de España

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Alemania prohíbe especular a la baja con deuda pública europea
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La caja pública cerrará el año con un agujero de 100.000 millones
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El Tesoro no logra colocar toda su deuda pese a ofrecer el doble de interés

2010-05-19
Manuel Llamas

¿Qué sucedió entre el 3 y el 7 de mayo? Durante la segunda semana negra del Ibex 35 –la primera aconteció el pasado febrero– la bolsa española llegó a perder casi un 14%, hasta situarse en el nivel de los 9.000 puntos, arrastrada, sobre todo, por la banca española.

No fue el único. También fue la semana en la que cayeron a plomo las bolsas europeas al tiempo que se disparaban a niveles máximos las primas de riesgo de la deuda de España y Portugal. De hecho, el pánico a la quiebra de países de la zona euro –incluida España– provocó el mayor descalabro intradía de Wall Street desde los años 80 –llegó a caer casi un 10% en apenas cinco minutos–.

En esos días de alta tensión fue también cuando saltó el rumor de que el Gobierno español estaba estudiando la posibilidad de solicitar un rescate a Bruselas próximo a los 280.000 millones de euros. Y, curiosamente, poco después (el fin de semana del 8 y 9 de mayo) dicho rescate tuvo lugar tras una reunión extraordinaria de los líderes de la zona euro en la que se acordaba, junto al Fondo Monetario Internacional (FMI), la aprobación de un mega plan, dotado con 750.000 millones de euros, para evitar la quiebra de países.

Los datos anteriores ponen de relieve no sólo el miedo real a que la crisis de deuda pública en Grecia se trasladara al resto de economías periféricas de la zona euro, los conocidos PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, España y Grecia), sino que, realmente, dicho contagio tuvo lugar. España se encontró en situación de insolvencia y, dado el tamaño de su economía (cinco veces superior a la griega), tuvo que ser rescatada in extremis para no arrastrar consigo a sus acreedores (Alemania y Francia).

¿Cómo constatar tal afirmación? La Junta Directiva de la CEOE (patronal de empresarios) lo expuso con meridiana claridad en su reunión del pasado miércoles, poniendo voz a lo que muchos no se atreven a decir. El presidente de la Comisión de Economía de CEOE y del Instituto de Estudios Económicos (IEE), José Luis Feito, no dudó en calificar la situación vivida entre el 3 y el 7 de mayo de "dramática".

De hecho, afirmó: "El viernes pasado (en referencia al 7 de mayo) España se encontraba quebrada, porque no había ninguna financiera que comprara deuda o bonos españoles, ni públicos ni privados, aunque se llegó a ofrecer tipos de interés cercanos al 18%", tal y como recoge José María Triper en elEconomista. Es decir, el mercado internacional cerró por completo el grifo de la financiación no sólo al Tesoro sino también al sector privado –bancos y cajas españoles–.

Y si caía España, "ello supondría la quiebra de los países del euro", alertó Feito, ya que arrastraría a la insolvencia al sistema financiero alemán y francés. Así pues, fue la situación de quiebra técnica de España la que obligó a poner en marcha el plan de rescate extraordinario aprobado en Bruselas en la madrugada del lunes 10 de mayo, horas antes de que abrieran las bolsas europeas.

Rescate

Ese lunes fue, precisamente, cuando el Ibex registró la mayor subida de su historia (más de un 14%), impulsada por los avances de la banca –con subidas superiores incluso al 20%–. No es para menos si se tiene en cuenta que España estaba en quiebra técnica el viernes y 48 horas después había sido rescatada al contar con el aval de los países más fuertes de la zona euro (Alemania y Francia) y la compra de deuda pública por parte del Banco Central Europeo (BCE) –mecanismo inédito en la historia de este organismo–.

Sin embargo, desde entonces los líderes europeos –sobre todo el español– insisten en que todas estas medidas extraordinarias se adoptaron para defender al euro de los ataques especulativos, ocultando así a la población que, en realidad, la debilidad de la divisa única respondía a la situación de quiebra técnica de países miembros, como es el caso de España.

Pero España no sólo fue rescatada el domingo 9 de mayo, sino también intervenida, de ahí el drástico cambio de rumbo aplicado por el Gobierno en su política económica. Las condiciones de Bruselas y Washington eran claras: España debía y debe reducir el gasto público para ir cerrando la brecha fiscal, así como aprobar reformas estructurales (mercado laboral y pensiones) para impulsar el crecimiento económico.

Ahora bien, ¿cómo hemos llegado hasta aquí? La situación se veía venir desde hace meses. El Gobierno había logrado hasta ahora colocar deuda pública gracias a un particular mecanismo de financiación indirecta por parte del BCE. En esencia, tal y como avanzó LD el pasado septiembre, pese a las reticencias de los inversores extranjeros a comprar bonos españoles, el Ejecutivo logró disparar su deuda pública gracias a los bancos y cajas españoles.

El BCE financia el déficit español

Las masivas inyecciones de liquidez a la banca europea por parte del BCE desde la quiebra de Lehamn Brothers a finales de 2008 fueron aprovechadas por las entidades nacionales para adquirir deuda pública (productos, en teoría, de menor riesgo) y sacar beneficio del arbitraje de tipos: las entidades pedían dinero a corto al BCE al 1%, tipo de interés prácticamente nulo, e invertían en bonos a una rentabilidad mayor, al tiempo que estos títulos servían de garantía para sus activos.

Una operación financiera redonda por la cual el Gobierno lograba colocar su masiva emisión de deuda. Los bancos, en teoría, mejoraban su liquidez y el Gobierno español lograba financiación para cubrir su creciente déficit público (del 11,2% del PIB en 2009). Pero la fiesta se acabó cuando el BCE comenzó a cerrar el grifo.

Los factores que permitieron el estallido de la tormenta perfecta coincidieron en el tiempo: la crisis de deuda griega, la creciente restricción de liquidez por parte del BCE, el abultado déficit de España, el récord de emisión de deuda del Tesoro, las necesidades de refinanciación a corto plazo por pate del Gobierno (cerca de 225.000 millones de euros en 2010), la proximidad del día D para la deuda española (el próximo julio), la ausencia de reformas, el estancamiento económico, la falta de reestructuración financiera, el gran apalancamiento de bancos y cajas con el exterior (tienen que refinanciar cerca de 85.000 millones en 2010, otros tantos en 2011 y unos 100.000 en 2012), la creciente exposición de estas mismas entidades a la deuda española...

Fuente: Ministerio de Economía y RSS News

Todo sumó para acrecentar hasta límites insospechados el rechazo de la deuda pública y privada nacional por parte de los inversores. Así, el "vende España" y el "no" a deuda española (pública y privada) fueron los mensajes que dominaron los mercados bursátiles durante aquellos días, hasta situar a España en situación técnica de insolvencia financiera. Los gráficos no dejan lugar a dudas sobre la trampa de deuda en la que ha caído el país.

El Gobierno disparó el gasto público desde inicios de 2009 bajo el argumento de que los "estímulos" permitirían el inicio de la recuperación económica. Dicho gasto se materializó en un déficit público histórico y en la consiguiente emisión récord de deuda, que el Tesoro logró colocar en el sistema financiero español con la inestimable ayuda del BCE.

Fuente: Ministerio de Economía y RSS News

Tan sólo entre junio y julio de 2009 bancos y cajas adquirieron del BCE 24.000 millones de euros que fueron a parar casi íntegramente a las arcas del Estado, restringiendo así aún más el crédito a empresas y familias. De este modo, el acaparamiento de crédito por parte del Gobierno generó un efecto expulsión (crowding out) que agravó la ya de por sí intensa restricción crediticia que sufría el sector privado (credit crunch).

Este fenómeno prosiguió en el tiempo: en la actualidad, bancos y cajas acumulan una deuda con el BCE próxima a los 80.000 millones de euros. Un dinero que, en gran medida, ha sido invertido en deuda nacional hoy degradada (de menor calidad) por las agencias de calificación de riesgo.

Fuente gráfica: Financial Times

Fue, precisamente, la rebaja aplicada por Standars and Poor’s (S&P) el pasado 29 de abril la que hizo saltar las alarmas. Y es que, dicha degradación encareció, al mismo tiempo, no sólo la emisión de deuda gubernamental sino también privada, ya que los bonos del Tesoro son considerados los activos de menor riesgo en el mercado. La rebaja de la nota al país se tradujo automáticamente en una rebaja al resto de las empresas españolas.

En este sentido, hay que tener en cuenta que el sistema financiero español debe mucho dinero al exterior, con lo que se vio afectada tanto por la presión del interbancario (en donde los bancos se prestan dinero entre sí) como por la degradación de la deuda española acumulada en sus balances. De hecho, es aquí donde entra en juego el BCE. Los bancos centrales de la zona euro han comenzado a comprar directamente deuda pública española a las entidades (mercado secundario) como mecanismo adicional para inyectar liquidez.

Así pues, la quiebra del país estuvo servida. El mercado cerró el crédito a España. La pregunta avanzada por LD el pasado septiembre ya tiene respuesta: ¿Quién salvará a España cuando el BCE cierre el grifo? Bruselas, Washington (FMI) y hasta el propio BCE, violando, eso sí, sus principios básicos de funcionamiento.
http://www.libertaddigital.com/economia/espana-estaba-quebrada-el-pasado-7-de-mayo-1276393140/

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